Cada mañana, antes de que salga el sol, ya me levanto, me pongo las botas y mi camiseta reflectante de seguridad amarilla brillante. Es más que solo parte del uniforme: es mi protección. Es lo que me hace visible ahí fuera, al borde de la carretera, rodeado de coches que pasan a toda velocidad.
Rutina matutina: Llegar a destino rápidamente, sin quedar atrapado en el tráfico.
A las 6:00 a. m., estoy en el patio con el resto del equipo. Tomamos café, cargamos los camiones y revisamos las tareas del día. ¿Reparar baches? ¿Necesitas cambiar la barandilla? ¿Necesitas ayuda con la limpieza después de una tormenta? Nuestras tareas cambian según las necesidades de la carretera.
Pero hay algo que nunca cambia: la camisa. La tela brillante de alta visibilidad y las franjas reflectantes plateadas deben permanecer. Aquí, poder ver es fundamental para sobrevivir.
Poniéndose en camino
A las 7:00 a. m., estábamos estacionados al lado de una autopista concurrida. Había conos. Señales colocadas. Camino por la línea blanca, con autos pasando a toda velocidad a pocos metros de distancia.
Ahí es cuando la camiseta realmente cumple su función. Sé que los conductores me detectan antes gracias a ella. Puedo sentir cómo se cambian de carril o reducen un poco la velocidad. La luz que se refleja en los faros durante la madrugada o en días nublados nos da una oportunidad. Si puedes ver por dónde vas aunque sea un instante, puedes evitar un accidente.
La obra en sí
Mantener las carreteras es una tarea difícil. Podemos soportar el calor, el frío, la lluvia y cualquier otra adversidad climática. Algunos días hace mucho calor y sol; otros, mucho frío y nieva.
Es algo físico. Es duro. Pero es un trabajo honesto, y me enorgullece mantener estas carreteras seguras y en buen estado.
Incluso en los días más difíciles, miro a mi alrededor y veo a mis compañeros —todos con camisetas reflectantes— y siento que formo parte de algo más grande. Somos un equipo. Uno que se nota. Esa camiseta demuestra que es responsable. Les dice a todos: "Oigan, estamos aquí trabajando para ustedes. Tómenlo con calma. Dennos espacio. Déjennos ir a casa también".
Esta es una guía para ayudarle a mantenerse fresco y concentrado durante las horas centrales del día.
Al mediodía, el sol suele ser muy fuerte. La camiseta está empapada de sudor, pero es porque está diseñada para eso: absorbe la humedad, deja que la piel respire y es muy ligera. No la cambiaría por nada. Me ayuda a concentrarme en lo importante: estar alerta, a salvo y concentrado.
Este es el final de la información.
A las 3 o 4 de la tarde, ya estábamos recogiendo. Otro turno terminado. Otro tramo de carretera ahora es un poco más seguro. Mi camisa está manchada y polvorienta, pero cumplió su función. Me ayudó a llegar a casa sano y salvo.
Lo meto en la lavadora y me preparo para hacerlo todo de nuevo mañana.
Algunos usan traje para trabajar. Yo uso punteras de acero, guantes y una camiseta reflectante. La llevo con orgullo. Aquí, esa camiseta no es solo ropa: es un salvavidas, una señal y un símbolo del trabajo que hacemos para que Estados Unidos siga avanzando.
Así que la próxima vez que veas ese letrero de neón brillante al costado de la carretera, saluda o reduce la velocidad. Nosotros también intentamos llegar a casa.

